LUXACIÒN
Cuando tenemos una luxación, lo primero que debemos hacer es inmovilizar la articulación afectada. Las maniobras para encajar de nuevo la articulación luxada debe hacerlas un médico en las primeras 24 horas.
A continuación podrás saber exactamente lo que sucede cuando se disloca una articulación y cómo actuar en estos casos.
La luxación o dislocación es la separación permanente de las dos partes de una articulación, es decir, se produce cuando se aplica una fuerza extrema sobre un ligamento produciendo la separación de los extremos de dos huesos conectados. Esta lesión deforma temporalmente e inmoviliza la articulación, provocando en ocasiones dolor repentino y muy intenso.
Las luxaciones suelen producirse en las articulaciones principales (hombros, caderas, rodillas, codos y tobillos), aunque también pueden darse en las pequeñas articulaciones de los dedos, pulgares y dedos del pie.
Así pues dependiendo de la zona afectada las causa de la luxación varían, pudiendo distinguir dos tipos: las luxaciones cuyo origen se da por un choque violento o un movimiento forzado, luxaciones traumáticas, y las asociadas con malformaciones anatómicas llamadas congénitas (normalmente de cadera).
Habitualmente las luxaciones de hombro, cadera, rodilla, tobillo, codo y espalda se dan por traumatismos, por tracción muscular, de forma espontánea, de causa congénita, luxación reincidente.
Desgarro capsular por luxación: La cápsula articular es una membrana que cubre los extremos de los huesos enfrentados en la articulación. Lo normal es que la cápsula no se desgarre, sino que se distienda y permanezca unida a los huesos dislocados (luxación típica). Otras veces, las menos, la cápsula se rompe y se desgarra (luxación atípica).
Lesiones musculares por luxación: Los músculos que rodean la articulación sufren contracturas y desgarros.
Lesiones óseas y cartilaginosas por luxación: Pueden ser frecuentes los arrancamientos óseos y las fisuras en el cartílago de la articulación.
Lesiones vasculares y nerviosas por luxación: Con dificultad de riego sanguíneo y pérdida de la sensibilidad en el miembro afectado.
A veces, excepcionalmente, las luxaciones pueden dejar secuelas a largo plazo como por ejemplo el hombro congelado o la rigidez que casi imposibilita los movimientos de la articulación.
El 10% de las luxaciones se acompaña de fracturas, con lo que se añaden a los síntomas de la luxación los de la fractura.